
Los uniformados muertos pertenecían a la brigada móvil No33 adscrita a la fuerza de tarea Vulcano con operaciones en el norte de Santander quienes debían enfrentar toda clase de situaciones, una de ella el cruce de obstáculos naturales y condiciones de temperatura adversa que se presenta en medio de la boscosa vegetación de la región, con el fin de salvaguardar de cualquier acción criminal la integridad de los residentes en zonas rural y urbana de ese departamento.
Los despojos mortales del Subteniente caucano y los dos soldados son retornados a sus lugares de origen donde los familiares le darán cristiana sepultura.
Se estableció que el cuerpo de Javier Gustavo Bravo llega en próximas horas a la ciudad de popayán.