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La Policía Metropolitana de Popayán adelanta una campaña solidaria para nuestros Niños y Niñas de la ciudad.

Con el fin de brindarles un regalo a los pequeños de los hospitales y de las zonas vulnerables, se intercambian árboles por juguetes para celebrarles la navidad a nuestros pequeños. ¡Todos los ciudadanos están invitados a colaborar!

La Policía Metropolitana de Popayán, bajo su compromiso con la infancia payanesa, adelanta una novedosa campaña para compartir un regalo con los pequeños que se encuentran en los diferentes hospitales en esta temporada decembrina, así como, con los niños de los mal llamados asentamientos de la capital del Cauca.

Se trata de la iniciativa de la emisora Radio Policía Nacional 94.1 F.M. y del Grupo de Carabineros y Guías Caninos de cambiar árboles por juguetes, los cuales serán entregados esta navidad a los menores que permanecen en los diferentes centros asistenciales de la ‘Ciudad Blanca’ o aquellos que habitan los sectores vulnerables, todo con el objetivo de brindarles un motivo de alegría a nuestros niños y niñas en esta época especial del año.

La iniciativa es parte del compromiso de la Policía Metropolitana de Popayán de contribuir al desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes de la ciudad, brindándoles las mejores condiciones para que sonrían, se diviertan y se formen como ciudadanos comprometidos con la vida y su ciudad.

La campaña dará inicio en el Parque Caldas, los integrantes Radio Policía Nacional 94.1 F.M. y del Grupo de Carabineros y Guías Caninos estarán en diferentes lugares públicos de la ciudad adelantando este intercambio, de ahí que la invitación es a contribuir a que nuestros niñas, niñas y adolescentes cuenten con una navidad alegre y divertida, donde la mejor contribución es ver sonreír por siempre a esos ciudadanos del futuro.

Recuerde que un niño de la ciudad es un hijo más, que hay que educar, amparar y formar como ciudadano, como lo recordaba el poeta y político venezolano Andrés Eloy Blanco: “Cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera. Toda risa nos cala, todo llanto nos crispa, venga de donde venga. Cuando se tiene un hijo, se tiene al mundo adentro y el corazón afuera”. Recuerde este compromiso con la infancia payanesa.
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