Como “caído del cielo” en tiempos de Pandemia.

A sus 74 años de edad y luego de una vida de trabajo informal deleitando con manjares típicos de la gastronomía caucana, Liboria Yondapiz Pardo, una humilde mujer del norte de Popayán, jamás pensó que recibiría un beneficio económico que la ayudaría a afrontar su vejez.

 Doña Liboria junto a Mercedes Luligo Maca y Luz Marina Dulcey Escobedo, son las adultas mayores favorecidas con la anualidad vitalicia que hace parte de los Beneficios Económicos Periódicos Beps, un incentivo para los gestores culturales a través de la transferencia realizada por la Alcaldía de Popayán a Colpensiones.

 Al igual que las demás beneficiarias, doña Liboria entregó los mejores años de su vida al arte de la cocina. Comenzó trabajando junto a su suegra hace más de 35 años. De ella aprendió a preparar el manjar blanco, dulce cortado e infinidad de calados que poco después convirtió en conservas y que hacen de Popayán, la ciudad gastronómica por excelencia.

Toda una vida de trabajo le significó a Liboria no solo grandes sacrificios sino además, importantes logros como el de construir su propia casa, la misma en la hoy debe pasar la cuarentena, lejos del oficio que tanto ama, pues tiene claro que su salud está primero ante la enorme amenaza que a su edad le significa el Covid 19.

 Hoy, y “como caído del cielo”, como ella misma lo afirma, Liboria disfruta del beneficio económico vitalicio gracias a la Administración Municipal Creo en Popayán y a Colpensiones. Un incentivo que le ayudará a afrontar sus gastos básicos durante el confinamiento y le brindará la posibilidad de disfrutar de una vejez tranquila junto a su familia.

Foto Liboria Yondapiz Pardo, beneficiaria junto a Clara Bibiana López, jefe de Punto de Atención B.
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