Extremando las medidas de seguridad y en un trabajo conjunto con el Grupo de Guías Caninos Antiexplosivos, los funcionarios inspeccionaron el objeto el cual se encontraba envuelto en sábanas blancas, percatándose que se trataba de una granada de fragmentación IM-26.
“Esta granada por su alto poder explosivo podría tener un radio de afectación de hasta 15 metros, afortunadamente no fue manipulada por ciudadanos qué transitaban por este sector. Nuestra policía judicial ha iniciado las investigaciones correspondientes con el fin de ubicar a las personas que la dejaron abandonada”, explicó el comandante de la Policía Metropolitana de Popayán.
El artefacto explosivo fue removido del lugar y puesto a disposición de las autoridades competentes