Esta medida solo permite el ingreso de los ciudadanos para que realicen la visita a las tumbas de sus familiares, transitando únicamente los lugares autorizados. Por tanto, hay áreas a las que no se podrá acceder y tampoco se realizará la exhumación de cadáveres. Esto obedece a que, a pesar de las mejoras encontradas, aún existen aspectos que ponen en riesgo la salubridad de los payaneses.
Se espera que la Arquidiócesis de Popayán y la administración del cementerio entreguen el plan de trabajo, el 9 de febrero, y el plan de gestión de residuos sólidos, el 28 de febrero, con el fin de minimizar los riesgos a la salud generados por la operación de este establecimiento.
Finalmente, Katerine Huetio, coordinadora del área ambiental de la Secretaría de Salud, expresó que estas acciones buscan el cuidado y protección de la vida de los ciudadanos. “Estaremos atentos a recibir los documentos que aún están pendientes para dar apertura total a este lugar tan importante en nuestra ciudad”.